sólo en buenos aires

hace poco estaba en la recoleta y decidí devolverme a mi casa en taxi porque aún no supero la paranoia colombiana de andar por la calle sola a altas horas de la noche.
bueno tomé el taxi, radio taxi, como recomiendan siempre aqui, y el conductor era un viejo, de unos 70 años con la piel rosada, pelo blanco blanco, un chalequito tejido y una boina en la cabeza;
-buenas noches señorita a dónde vamos?
-a moreno 455 por favor entre bolivar y defensa
silencio.... a mi siempre me gusta conversar con los taxistas tienen unas historias muy interesantes para contar, y es una buena forma de enterarse de lo que está pasando en la ciudad ya que generalmente la conversación se torna a quejas de lo malo que es el clima, de la inseguridad, de lo llevado que está el gobierno, en fin....así que pregunté:
- vos trabajás siempre de noche?
- si a mi me gusta la noche
- y por qué?
- yyy..porque la gente de noche lleva menos prisa y es más bonita, están más tranquilos y tienen tiempo de contarme historias, a mi me gustan mucho las historias, es lo que más me gusta de mi trabajo, por ejemplo, contáme tu historia, de dónde sos? qué hacés en buenos aires?
-soy colombiana y estudio fotografía
-ah que bueno! y es la primera vez que viniste?
-no es la cuarta vez que vengo
-aaaah te enamoraste de esta ciudad no? a mí me pasó lo mismo hace 40 años.
-cómo es que usted no es de buenos aires?
-nooo, yo soy un uruguayo porteñisado (se voltea y me mira con sus ojitos brillantes y se ríe con todas las ganas como pulgoso el perro del barón rojo), vine a argentina cuando tenía 25 años y sólo pensaba quedarme unos meses pero me enamoré de una porteña de 21 años, y vos sabés que pasa cuando uno se enamora a esa edad, se puede llevar el mundo por delante!! y así fue, me quedé en la argentina. y sabés que es lo mejor? que hemos pasado 37 años juntos y yo aún siento como si fuera aquella época, la sigo viendo como a mi novia.
-silencio y lagrimita por mi lado.....que bueno! no todo el mundo tiene eso.
-no, pero debería, eso es lo que lo hace a uno verdaderamente feliz.

seguimos hablando durante el camino, me contó de sus nietos y de su vida, yo le conté sobre mis hermanos y mis papás y como los extraño, cuando llegamos a la casa me dice:
-bueno que lástima que sea tan corto el viaje porque estabamos compartiendo historias muy buenas. yo voy a esperar a que entrés y me hacés una señita no vaya a ser que te pase algo. chao chica feliz noche.
-hasta luego señor, que siga siendo muy feliz
risa de pulgoso y cerrada de puerta.