lunes, octubre 22, 2007

cadaver exquisito


1. “Soy sola”
Los fines de semana, los bosques de Palermo dejan su tranquilidad habitual para convertirse en el alojamiento de familias, jóvenes, viejos y niños, que hacen deporte, caminan, toman mate, charlan, leen, duermen o juegan al fútbol, haciendo un ruido que llena el lugar de vida y color.
En medio de todo esto, un clavel sin su tallo cayó sobre el pasto y se quedó al sol, su color vino tinto contrastado con el verde del pasto y mis pies, mis converse negros, solos.

2. “Sin mi par”
Palermo viejo en invierno, Buenos Aires gris; los días en los que sacar las manos de los bolsillos para tomar una foto duele y cuesta muchísimo.
Un converse colgando de un árbol sin hojas, una representación visual de la melancolía, que más tarde me enteré, tiene una connotación muy diferente a la que percibí yo aquella tarde de Julio.

3. “..Y detenida”
Sólo puedo decir que es una persona valiente la que se atreve a salir en bicicleta en uno de estos días grises invernales; en un día de estos, las bicicletas deberían estar de vacaciones, detenidas, en reposo. Se debería utilizar otro medio de transporte, o, directamente, quedarse en casa.

4. “Mírame a los ojos”
Una Siambretta espera a su dueño en alguna calle de Palermo, sus lineas finas y limpias se cortan con el óxido y las abolladuras de la edad. Una línea azul enfatiza la mirada curiosa de este medio de transporte.

5. “Porque me voy”
La superficie azul y helada de un auto que pasa a toda prisa, refleja el flash de mi cámara que trata de detener el momento en que la nieve cae sobre Buenos Aires después de 89 años

6. “A recibir el sol”
Por fin termina el invierno y en los primeros días de la primavera sube la temperatura inesperadamente, y nos vamos a una pileta en Pilar.
El azul del agua fría contrasta con el blanco de la piel que estuvo escondida durante los tres largos meses del invierno...por fin el sol!

7. “A sonreír tranquila”
Una simulación de los colores de las fotos de los sesenta, acentuada por unos enormes anteojos de sol que enmarcan una sonrisa pícara, el azul del cielo que ilumina la piel de los hombros que aparece amarillenta, como una imagen de la niñez, del pasado, en el presente.

8. “A sentir el viento”
Los saturados colores de los molinillos de viento contrastan contra el cielo azul porteño, siempre he pensado que esta ciudad debería llamarse Buenos Cielos en lugar de Buenos Aires.

9. “..Y a no ser”
En la terraza la gente del edificio cuelga la ropa a secar después de lavarla creando un paisaje de fantasmas que bailan con el viento.
Unos ganchitos de colores extrañan a los fantasmas cuando éstos son llevados de nuevo a sus
casas por sus dueños, mientras el cielo se tiñe de blanco con la luz del amanecer.

10. “Nunca más sola”
El rosa, el azul. Las flores y el cielo, el verano y el sol. Pareciera que los ánimos fueran cambiando con el clima, el verano trae felicidad y se ve la vida color de rosa.

“Soy sola, sin mi par y detenida.
Mírame a los ojos, porque me voy,
a recibir el sol, a sonreír tranquila,
a sentir el viento y a no ser
nunca más sola.”

3 comentarios:

a las octubre 24, 2007 7:30 a. m., Blogger sasha lo dijo...

realmente exquisito!

 
a las noviembre 01, 2007 12:41 p. m., Blogger DaniloG lo dijo...

Espectacular. Sencillamente hermoso. Las imágenes, las palabras, todo.
Gracias por el apoyo. :)

 
a las noviembre 08, 2007 6:02 p. m., Blogger Roberta lo dijo...

hermosoooo qué increíble, qué delicioso leerlo.

 

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