por cosas de la vida y de la tesis, ayer tuve que volver a mi universidad, el glorioso instituto de ciencias de la salud-ces. una vasta mole de concreto y lamina que se alza justo antes de empezar la bien llamada "cola del zorro" para subir a las palmas (eso en cristiano quiere decir que hace un frío el hp), fui a las 7.30 de la mañana y los carros llegaban hasta dos cuadras más abajo de la universidad, pero como siempre me he llevado muy bien con "el tigre" que cuida los carros en el parqueadero de los docentes y los doctores, entonces me dejó parquear a dos pasos de la entrada.
cuando uno entra al ces en la panorámica se pueden resaltar varias cosas: bueno, el concreto que ya mencioné, el frío que también ya mencioné pero que es tanto que vale la pena repetirme, el stress de los estudiantes, y las manadas de vacas sagradas de corbata de todas las áreas de la salud que pastan sus tinticos en la cafetería con caras serias y de acontecimiento.
subiendo a la oficina de mi asesor de tesis me encontré con un personaje al que mis compañeros cariñosamente se referían como "tetica", tetica era un estudiante de psicología que era....mmmh un poco "blandito", y que ha perdido primer semestre como 4 veces, pobre teteica ya casi que va a ser la mascota del ces...hay que anotarle un punto por su perseverancia, claro ejemplo de la excelencia que destaca a los alumnos de tan prestigiosa institución.
me abrocho bien el chaleco impermeable que tenía para evitar el frío y sigo subiendo las escaleras para descubrir que el concreto ha conquistado más espacio del cielo...un cuarto piso está en desarrollo, como si a propósito quisieran tapar los poquitos rayos de sol que entran por la mañana a calentar algunos pedacitos de la universidad.
para variar, el asesor me incumple al cita y llega 30 minutos tarde (30 minutos menos de sueño), y durante la espera, alcanzo a recordar los últimos 4 años que pasé casi 18 horas al día metida en este sitio: el olor a formol de los laboratorios de anatomía, las manchas violeta de tinción de wright en mis manos para poder visualizar los núcleos de las células en los laboratorios de histología, el increíble parecido con 1984 de george orwell donde gran hermano era el decano que si uno faltaba a clase llamaba a la casa o lo sentaba al otro día en la oficina a ver que problema tenía o que le había pasado, las gastritis producidas por los días en los que nos hacían 6 pariales de una sola sentada, el ruido que le taladraba a uno la cabeza en clase de bioquímica cuando les dio por reconstruir toda la fachada para aparentar que no eran una prisión...en fin....4 años de lo que para mi fue la "libre y maravillosa vida universitaria".
cuando salí, los carros estaban haciendo un taco imposible, pero yo no tenía afán...después de haber bajado 500 metros por la calle 10 ya me empezó a dar calor, me quité el buzo, el chaleco y la bufanda y prendí el radio del carro...llegué a mi casa, desayuné, cogí la bici, me puse mi casco y me fui a trabajar al consultorio, sintiendo que ya el calor volvía a mi cuerpo proque estaba lejos de los hombres grises del momo de michael ende.