calor
34 grados de temperatura; 4:30 pm, nunca antes me habían sudado las piernas mientras estaba usando una falda.
doblo la esquina y la plaza de mayo está desierta, sólo el persistente señor que vende comida para las palomas permanece en su sitio, su piel ya está completamente tostada por el sol, qué son un par de rayos más?, me paro en la esquina de Bolivar e Hipólito Irigoyen y al otro lado de la plaza, atravezando el cabildo veo la zebra peatonal como cuando uno ve el horizonte en la costa...con esas olitas que lo hacen parecer como si estuviera cubierto de agua.
Bob Dylan canta "Fourth Time around" en mi iPod: "it was then that i got up to leave and she said don't forget, evrybody must give something back for something they take." con su guitarra y su armónica zumbando en mis oídos entré a la estación del subte, un aire caliente como del infierno salía por la boca...como si el gusano gigante que lleva personas estuviera suspirando tratando de bajar su temperatura...sin lograrlo, ni siquiera en un mínimo.
ya el subte huele a verano, el olor a verano es aquel de la humedad mezclado con el olor de humanidad, a respiración....a movimiento a 34 grados, y ampollas en los piés.
caminando bajo el sol, las neuronas se tuestan..se ponen lentas, la sinapsis se atrofia, los neurotransmisores escasean, se me viene una frase a la cabeza que no se de donde sale : "ahora me quitaste mi tristeza, mi dulce tristeza, y la llenaste de incertidumbre y alegrías cortas".
esta mañana pensé: la ciudad amaneció triste hoy, que día más raro...y después pensé: se pone triste la ciudad o yo?
las mujeres somos extrañas
3 comentarios:
¿y si ya vienes?... aquí no hace tanto calor... seguro vas a poder pensar mejor :¬)
no veo porqué la ciudad no pueda solidarizarse con tu tristeza.
el mundo en general esta triste, solo que ahora nos llega a nosotros. buen blog, x cierto. enhorabuena desde el otro lado del charco.
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